sábado, marzo 09, 2013

He hablado con alguien



HE hablado con alguien, importante. No voy a dar detalles porque señalar está feo, pero sí voy a discutir el argumento porque no me convence.

Dice alguien: En Australia el trabajo no es un derecho, es un privilegio, lo que pasa es que con el 5% de paro, pues claro, se está mejor que en España. Y aquí el inmigrante no tiene ningún tipo de ayuda, y el que llega de España, con esa mentalidad de que el sistema no funciona y que no debería haber fronteras y… vamos, solo le faltó decir “perroflauta pulgoso y desafinado”.

También dice: si eso lo hubiéramos hecho también en España ahora no estaríamos donde estamos. Quitando la parte humanitaria que por supuesto ahí está y está muy bien PERO… que si nos ha llevado a la ruina, que si el 30% de paro, que si papeles para todos, etc.

Y yo creo que es muy curioso el proceso mental de la gente. O sea, resulta que hay un agujero en la sanidad pública y es porque atendemos a los inmigrantes sin papeles. Pero nadie se hace las siguientes preguntas:
¿Es ese el verdadero motivo?
¿Es también el único motivo?
Los inmigrantes sin papeles que atienden en los hospitales ¿viven del aire o trabajan?
Y si trabajan pero no tienen papeles, ¿les pagan en negro?, ¿no cotizan?

No voy a ser yo quien responda porque evidentemente no tengo los datos.
Lo único que sí puedo decir es que antes de simplificar los efectos de la crisis así de rápido convendría echarle un vistazo a la burbuja inmobiliaria.

Echándole un poco de imaginación yo escribiría un relato con este desarrollo (perdón por la parrafada): 
En un país multicolor donde florece la vida y la felicidad de la gente, una serie de personas se da cuenta de que el negocio inmobiliario es una fuente de dinero fácil (y se dan cuenta de que es fácil porque la especulación funciona muy bien en micro y macroniveles). Comienza la construcción a destajo y como da dinero y hace subir el PIB, los ayuntamientos conceden permisos de obra por doquier (llevándose su parte). El negociante necesita gente para trabajar, cuanta más, mejor porque así termina antes y sigue construyendo, pero cada persona cuesta mucho dinero porque hay que pagar una cosa muy inútil que son los impuestos. Al negociante le interesa ahorrarse ese pago y al trabajador le interesa ganar dinero, y como esa cosa tan absurda que son los impuestos no es un dinero que el currela se queda, pues le parece bien trabajar con un acuerdo paralelo al contrato de trabajo, que no queda registrado en ningún sitio. Pero, ay, un día el trabajador se cae en el trabajo y se parte un brazo. Carrera a urgencias, esto ha pasado en casa, me subí a una silla para coger la caja de la freidora y me caí. Le curan y ya está, al cabo del tiempo vuelve al trabajo y todo sigue como estaba. De repente todo falla; las casas no se venden, los negociantes no pagan, los trabajadores no son atendidos  y en un tardío intento por recaudar, se dan papeles para todos.
Asi la gente que trabaja en negro a lo mejor se conciencia de que el dinero de los impuestos también es suyo, los negociantes los dan de alta y la sanidad respira. Ya, claro, ¿y cuándo el paro es del 30%?
Para cocer un buen “fregao” basta añadir al relato un poco de contexto de fondo: la concesión de hipotecas de los bancos y esa ficticia sensación de nuevos ricos que nos entra a todos, los paraísos fiscales, las subprimes, la corrupción política, la crisis de valores…

Anda, si resulta que el perroflauta que sueña un mundo sin fronteras es una partícula minúscula en el entramado de la crisis. ¡Qué raro! ¿Por qué será entonces que lo culpamos de todo?

miércoles, febrero 27, 2013

El descanso del guerrero


¡Qué curiosa magia encierra la literatura, que es capaz de abstraerte, y sustraerte del entorno para transportar tu mente, pero también tu cuerpo, a otros lugares, tan cercanos!

Eso es exactamente lo que me pasó el otro día en Sydney. Me fui a un simpático parquecito, entre la Universidad y el Cervantes, a leerme “Los enamoramientos” de Javier Marías (gracias Poves, Rita, Edu y Colly).

Lo había empezado un par de días antes de venirme a Sydney y no podía dejarlo a medias; es de esas novelas que te atrapan por su hábil uso de la intriga pero principalmente por la interesante visión o visiones sobre el argumento. El libro no os lo recomiendo porque no puedo permitírmelo, cada uno tiene sus gustos y a lo mejor hay quien odia a Thomas Mann por mucho que sea premio Nobel, pero a lo que íbamos:

Estaba en el parque, después de haberme paseado por la Universidad, que es un sitio increíble, muy al estilo de los campus británicos o norteamericanos, y de repente me marché, cerca de la colonia de El Viso, el barrio pijales de Madrid donde transcurre la historia. Y tampoco era El Viso, sino la evocación que de él hace Marías.

Cuando terminé la novela no reconocía los edificios, ni los árboles, ni las gentes. Por un instante me sentí perdido, hasta que pude recapacitar. Ok, ya estoy aquí, ¡qué sensación!

De camino a casa, reflexionaba sobre la importancia de perderse y pensé en lo recomendable que es salir de casa a un lugar distinto, en el que no hayas estado más de 3 veces, a leer un libro. Y pasar al menos una hora con él, quizá terminarlo… Y luego me contáis qué tal la experiencia.

Y por supuesto, seguid leyendo este blog, que eso sí que lo puedo recomendar, porque conozco al administrador y es un tío con estilo y un ingenio poco común, aunque esté un poco desaparecido ;)

jueves, febrero 07, 2013

El dolor de Muelas: Todo es único


Gracias a mis entradas en el blog, he recordado que tenía una gran sección (no es porque fuera mía, sino porque estaba bien como idea) y me gustaría recuperarla con un dolor de muelas que se me ha ocurrido hoy paseando por las playas de Sydney.
Cuando preparaba mi viaje a Australia miraba la temperatura en la ciudad y todo eso para saber qué echar en la maleta y curiosamente esos días fueron los más calurosos de los últimos nosecuántos años, alcanzando el récord de 46 grados de máxima.
Luego llegué y se inundó la costa este como no ocurría desde nisesabe, y venga noticias sobre las lluvias y los salvamentos que contrastaban con las que hacía apenas 7 días mostraban devoradores fuegos que arrasaban los campos australianos.
Y esta anécdota, vinculada a la caprichosa climatología pero extrapolable a cualquier ámbito de la sociedad me ha empujado a la reflexión: estoy harto de que todo sea tan único.
Entendedme, no me molesta que la noticia salga y se le dé cobertura, tampoco voy a ponerme en contra de los medios. Lo que verdaderamente me levanta un agudo dolor de muelas es cómo se presenta la noticia. Los nuevos métodos periodísticos de comunicación en tiempo real no dejan respirar a la noticia y la necesidad de dirigir la atención hace que el lenguaje adorne las conexiones con expresiones del tipo: “estamos viviendo una situación histórica, o única, o fuera de lo común o que no se repetirá en 100 años
Y esto, dicho una vez, choca y llama la atención, como se pretende, pero reiterado hasta la saciedad causa precisamente eso, hartazgo. Entonces, corremos el riesgo de pasar por encima de las noticias diciendo aquello de “bah, no es para tanto, siempre están igual” y perdernos verdaderos momentos históricos precisamente porque esa obsesión posmoderna por la inmediatez y excepcionalidad del presente nos obliga a olvidar lo que ya no es tan presente.
Por ejemplo, que no hace siquiera dos años que nació un movimiento verdaderamenteextraordinario, que esperemos que no sea único ni caiga en el olvido. Y menos aún que sea porque el lenguaje con el que lo presentaron fue el mismo que el de cualquier otra noticia.

domingo, febrero 03, 2013

Fin de la canción

Ya termino con la canción, pero es que he descubierto cómo agregar un vídeo al post y quería probarlo...

“…pero es fantástico, martes y miércoles
Jueves y sábados, lunes y vísperas
Dan espectáculo con el esférico…”


Idéntico a lo autóctono. Como aquí hay nosecuántas horas de diferencia con Estados  Unidos, la final de la Superbowl (sí, ese deporte tan raro que le gusta a los yanquis y que llaman fútbol americano), que se celebra creo la noche del sábado, aquí llega en directo el lunes por la mañana.
Bueno, pues hay un pub, estilo irlandés, en mi calle, que tiene anunciada su apertura a las 7 de la mañana para ver el partido. No seré yo quien incite a nadie, pero si la costumbre es ver el partido con unas cervezas y unas patatas o aceitunas, ¡cómo cuadramos eso con las siete de la mañana!
Evidentemente eso es lo de menos, uno puede ir allí y desayunar un clásico English breakfast (alguna ventaja tendrá ser anglófilo) pero mi duda es mayor. Si el partido es el lunes por la mañana, ¿qué pasa? ¿Lo declaramos fiesta nacional?
Claro que en este caso el esférico no es tal, está un poco abombado, puede que no todo sea tan idéntico…

miércoles, enero 30, 2013

Casino

  Más de uno, y más de una, me ha dicho que tengo suerte y voy a empezar a creérmelo. Ayer, tras apenas dos días de estancia en Sydney tuve la oportunidad de ir al casino The Star y asistir a la gala de los AACTA, algo parecido a los Bafta, los Goya o los Oscars del Cine y la Televisión de Australia.
Imaginaos el coñazo que puede ser una gala de entrega de premios cualquiera (esas cosas solo interesan a los propios del ramo) y multiplicadlo por el factor desconocimiento total de la industria cinematográfica australiana. Suena bien, ¡eh! Pues ahora sumad a Russell, Crowe, Nicole Kidman, Cate Blanchett y Geoffrey Rush.
En resumen, la gala fue una sucesión infinita de despropósitos, porque se emitía en diferido: hubo parones, tomas falsas, tiempos muertos... Pero también hubo chistes, bromas, anécdotas (claro que yo me enteré de la mitad y más de una vez tuve que reírme por compromiso).
Lo mejor, aparte de estrenar el traje codeándome con lo más granado del panorama actoral australiano, fueron los canapés de bienvenida. Lo peor, que no tuve valor para colarme en la fiesta de después.
Mi resumen personal: Conocer a Dan, una joven promesa de la tele, que llegó tan temprano como yo y estaba igual de solo, pero que con esa simpatía de la gente maja se acercó a hablar conmigo y me dio palique durante toda la recepción de invitados y agradecerle a Miguel la oportunidad de vivir este momento desde uno de los centros de eventos más importantes y mejor situados de la ciudad (habrá que dejarse caer con el cv).
Y claro, el famoseo, ¡qué me gusta a mi el famoseo!

Pd: querria poneros una foto de la bahia vista desde la terraza del casino pero entre que la hice con el movil y que uno no se aclara muy bien con la app de blogger para tablet creo que lo dejare para el facebook

lunes, enero 28, 2013

Es todo idéntico?

Con tu permiso, Victor, me voy a inventar una seccion (a ver si me dura el empuje mas que aquella vez que colabore en este blog). Por supuesto se trata de aprovechar mi estancia aqui, en las antipodas para contaros lo primero que se me ocurra.
Hoy empiezo con una pregunta, al hilo de la reflexion que hace el compositor Javier Krahe en su hit Antipodas.
Pues si, todo es identico.
En el avion he conocido a un chico iraní muy majete que viene a hacer un master. Para cruzar la aduana ha tenido que abrir sus maletas y ha tardado un poco mas que yo, que he pasado sin detenerme por un corredor donde habia un guardia con un perro.
Luego, el aeropuerto, pequeñito pero igual de caro que en cualquier parte donde nos hemos tirado 5 horas esperando la conexion (puntualísima) del avion. Avion que casi pierdo porque salían dos vuelos a la vez y yo no miré el codigo del mio hasta que en la cola que estaba haciendo me dijeron que alli no era. Yo también soy idéntico.
Del avion cómodo y que ofrece una cenita ligera y una broma parecida a un desayuno (dos galletitas y un mini zumo), al tren que lleva al centro, previo pago de un pastón, el famoso sobreprecio por ir al aeropuerto. Lo dicho, identico.
Y hoy, fiesta nacional porque el viernes fue el dia die australia y evidentemente no van a perder  la oportunidad de marcarse un puente en pleno verano.
Y en las noticias, las desgracias naturales, que si hoy se inunda el pais y la semana pasada se quemaba. Y la final del open de australia como la del mundial de balonmano, mientras aqui buscarte un piso es mision imposible si tu presupuesto es menos de 400 euros, y por ese dinero solo puedes aspirar a compartir, o a que te propongan trabajar a cambio del alojamiento, vaya formula... Y de eso, pocas noticias.
En fin, será porque llueve a mares y llevo 5 horas en el albergue intentando no dormirme para que el jet lag no me pase factura, pero intentare que no me abandone esta buena costumbre de escribir.
Por cierto, se admiten sugerencias o curiosidades de todo tipo, excepto la del giro del agua del wc

domingo, enero 06, 2013