Relatos Hiperbreves: Osado

Para participar se necesita lo siguiente:

El ganador de cada semana elegirá una palabra o una imagen (o las dos juntas) para dentro de dos semanas (de esta forma da tiempo para que la busque y me la proponga).

El ganador de la semana pasada fue Ana (que me tiene que mandar la imagen o la palabra o ambos)

Por lo demas:

Los relatos hiprebreves no han de superar las 150 palabras (pudiendo ser desde 1 a 150).

En esta ocasión tendrá que ver con la siguiente Imagen - Palabra

OCASO

Los relatos tendrán que ser enviados, junto con su título a la dirección victorcana (arroba) hotmail.com.

En el asunto debéis poner "Relato".Os recuerdo que durante la semana que duren las votaciones los autores permanecerán en el anonimato.

Encontraréis la votacion en el lateral.

Estos son los 3 relatos de esta semana:

La primera vez

Desde arriba el mundo parecía distinto, la adrenalina recorría su cuerpo. El calor era cortado por cortas ráfagas de viento que le sacudían los cabellos, cerró un segundo los ojos, convenciéndose a sí mismo de lo que estaba a punto de hacer, no había hecho tan emocionante y peligroso en toda su vida ¿Sería tan osado como para hacerlo?

• ¡Vamos, tirate ya!

Raul se lanzó por el tobogán y le recibieron los brazo de su madre.

• ¡Otra, Otra!

• Lo siento, tenemos que ir a casa.

Impertinente

• ¿Quién ha osado interrumpir mi sueño? Piensa Pedro mientras busca palpando sus gafas en la mesilla de noche. ¡¿No se han dado cuenta que son las 4:00 de la madrugada?!

• Riiiiiiiinnng, riiiiiiing

• ¡Ya voy! ¡Ya voy! Impacientes. Impertinentes. ¿Qué puede haber tan importante que no puede esperar a venir a horas decentes? ¿Quién es?

• Sheeñorr, shhhoy un amigo de shu hija

• ¿Y te atreves a venir borracho a buscarla a estas horas?¿Tu quien te crees?¿No sabes que esta es una casa decente con gente decente?

• Yo...

• ¿Tu qué?¡Mamarracho! ¡Vete y no vuelvas por aquí, y menos a estas horas y en este estado!

• Pero entonses ¿Saca usté a shu hija del assensor? Yo venía a traerla, pero no he shiido capaz de shhacarla del assensor. Y ahora sé que ademáss de ser buena bebiendo, es buena mintiéndole a usssté. Buenas noshes, sheñor. Y disculpe la molesstia.

El Salto

Desde que los cerdos podían comprar alcohol se había despertado en sitios raros, pero nunca sobre un trampolín en medio de una plaza. “¿Ahí no había una piscina?”. No recordaba cómo subió y no sabía cómo bajar. Pidió ayuda a un transeúnte pero tenía un precio.

-Tienes cuatro patas, no pasa nada por que me des una.

“Me tenía que haber mudado a un país musulmán”. Con unos gruñidos declinó la oferta.
Bajo el sol de mediodía, con resaca y casi deshidratado, pensó que su única salida es saltar. Normalmente hay que ser muy osado para tirarse sin saber si hay agua en la piscina, pero tirarse sin piscina es otro cantar.

Pensando en sus seres queridos, justo antes de lanzarse vio al transeúnte aquel y tuvo una idea. Cuando se aproximó se lanzó sobre él amortiguando la caída.

“Tienes veinticuatro costillas, no pasa nada porque se te rompan algunas”.

La Conciencia

Había encontrado la felicidad en una especie de sueño permanente, alejada de la realidad. Entre algodones, en cama de oro, aislada de ruidos y molestias, sin sentir frio ni calor...y ahora ¿Quién había osado despertarla? Niños de la guerra, trata de blancas, familias arruinadas por la crisis, hambrunas, violencias... -¡Bah! ¡Su dueño viendo un documental! Nunca aprenderá. Con lo mayorcito que es para saber que este mundo no tiene remedio. Vaya tonto. Huy, que pereza, me vuelvo a mi cama.

Autores: ed, Víctor M.R Cañamero, Ana Mª Cañamero, Elena Ruiz