lunes, octubre 05, 2009

Kraft (la del queso philadelphia) en Argentina.

En la fábrica de Kraft Foods Argentina Sa, a 35 km de Buenos Aires (Capital Federal) en la localidad de General Pacheco, trabajaban unos 3600 obreros (la mayoría obreras).

Todo comenzó el 3 de julio de 2009 durante un paro laboral en medio de la crisis sanitaria nacional producida por la famosa Gripe A, que en Argentina ha sido particularmente fuerte. Los trabajadores y trabajadoras, a través de los delegados sindicales, pidieron a la empresa medidas de higiene (esto es, tras varios casos de gripe, solicitaron una desinfectación de la fábrica).

La respuesta de la empresa fue el cierre de la guardería de la empresa sin proporcionar a los padres que no tenían niñera un permiso retribuido.
Además, no se respetaron las disposiciones del Ministerio de Trabajo que, tras la obligada reunión de conciliación, constreñía a la empresa a conceder bajas por enfermedad a las personas que tuvieran problemas respiratorios y a pagar a las madres los días de permiso.

Cumplido el plazo previsto por la reunión de conciliación para realizar el acuerdo previstos, se despide a 162 personas (por supuesto, la mayoría pertenecen al sindicato) con la intención de comenzar una “reestructuración de la empresa” que prevé, entre otras cosas, el paso de turnos de 8 a turnos de 12 horas y el cierre de la guardería y del comedor de empresa.
Como protesta, las trabajadoras despedidas ocupan una parte de la fábrica y la producción se para (gracias también a la ayuda de las trabajadoras que mantuvieron su puesto de trabajo).

El sindicato CGT (el único reconocido por el gobierno) se declara contrario a las reivindicaciones obreras, pues Hugo Moyano, secretario general, afirma que “el conflicto ha sido ideologizado”.
La ocupación de la fábrica dura 40 días pero la empresa no quiere negociar la readmisión de las obreras despedidas, quienes obtienen la solidaridad de intelectuales, estudiantes y otros exponentes obreros (entre ellos los de la Zanon, famosos por el documental de Naomi Klein sobre la autogestión de dicha fábrica).
El pasado 25 de septiembre, por orden del juez Costa, la fábrica es desalojada por la policía, que utiliza para ello perros, caballos y pelotas de goma. El balance final es de 12 heridos y 70 detenidos. La fábrica se convierte en una comisaría de policía en la que las trabajadoras permanecen detenidas durante varias horas sin poder ver a sus abogados.

El problema está aún sobre la mesa. Recibí esta información por correo en italiano y era una de esas cadenas en las que te piden enviar un texto a consumers@kraft.com en el que defender a las trabajadoras argentinas.
Si alguno de vosotros está interesado en hacerlo, decídmelo y os envío el texto. Si queréis escribir algo vosotros por vuestra cuenta, la dirección de correo está ahí. Si no actuáis, espero que, al menos leyéndolo, os podáis hacer una idea de la situación de los derechos de los trabajadores en Argentina.

2 comentarios:

ana ca_sa dijo...

¡Que verguenza!
-Que Kraft cometa esos desmanes
-Que el Estado se lo permita (dicen que han pedido reiteradamente a la empresa que readmita a los trabajadores y que ahora van a imponer a Kraft una multa por incumplimiento de la legislación...)
-Que la policía carge 'violentamente' contra los trabajadores
-Y lo que es peor, que el dirigente del sindicato con mas poder no apoye a los trabajadores sino que arremeta contra ellos, plácidamente inmerso en una burocracia que resulta asquerosa en un sindicato.
Una verguenza.

(de todas formas no es el único sindicato, hay otros como la CTA, creo... pero bueno más de lo mismo. Sólo se salvan, individualmente, los delegados comprometidos que se rebelan a las directrices de sus dirigentes 'comprados'. De hecho creo que 5 de los despedidos son delegados)

dapita dijo...

Vaya, mierda de todo, ya nada me sorprende en estos tiempos...,

Parece que solo queda rezar... y no te pase a ti, pq las posibilidades de salri airoso de una de estas es una 1 entre mil.

Lo unico positivo de esto, es fomentar el apoyo mutuo...