miércoles, septiembre 16, 2009

El Cultureta: Inventores



Buenas, hoy me gustaría comentar algo sobre unos grandes desconocidos que se dedicaron a la innovación en este país. No son ni el inventor del chupachus, ni el de la fregona, ni el del autogiro. (esos son realmente conocidos).

En un lugar donde la innovación y la investigación siempre ha brillado por su (pongamos aquí un casi) ausencia, siempre hay notables y olvidadas excepciones.

Porque no nos engañemos, la gente con “capital” en este país no tiene iniciativa ni capacidad de arriesgarse por más que nos lo vendan los partidos liberales. Aquí lo que más les va es el mariquita el último y los pelotazos especuladores (Y así nos va cuando vienen crisis.). Y si alguno lo intenta tímidamente, se le critica y pone la zancadilla

Por otro lado, el sector publico está lleno de personajes oportunistas más interesados en lo que pone en la prensa y en llenarse los bolsillos que en la gente.

Pero dejando de lado la triste realidad, comencemos con los inventores:

Por antigüedad podemos empezar por Jerónimos de Ayand Beaumont, miembro de la vieja nobleza nacido en 1597. Este hombre preocupado por una mejor explotación de las minas de América (no tanto de los indígenas que los explotaban) realizo 48 inventos relacionados con este sector, entre ellos dos ingenios de vapor destinados a purificar el aire y a bombear el agua dentro de las explotaciones mineras (la primera aplicación del vapor a una actividad industrial, mucho antes que los ingleses). También hizo algunos prototipos de submarinos y equipos de buceo probados en el Pisuerga ante Felipe III (que se lo debió de tomar más como un espectáculo de feria que como algo serio donde invertir.).


El siguiente en la lista debería de destacar mas como espía industrial en Francia e Inglaterra, Agustín de Betancourt y Molina, pero realizo sus propios ingenios como el que presento en 1807 en Paris (una esclusa con sistema “émbolo-buzo”) o un prototipo de telégrafo óptico. Destacar que tras la guerra de independencia Española se exilia a Rusia, trabajando para este gobierno hasta su muerte en San Petesburgo.

Otra persona que realizó ingenios y que me parece curioso es Ramón de la Sagrá (impulsor del movimiento anarquista en España), un gallego nacido en 1798 y que pretendía armonizar el liberalismo económico con el socialismo utópico y el anarquismo (¿Qué, Cómo te quedas?). Este hombre que colaboró con Proudhon en la creación del Banco del pueblo y fue diputado con liberales y progresistas desde 1838 hasta 1854 solicitó un par de privilegios de invención, como un aparato minero capaz de separar el oro mediante ventilación y un procedimiento de hacer materiales de construcción como yeso, cal o ladrillos.

Por último y por no extendernos más, vayamos con Leonardo Torres Quevedo. ¿Os imagináis a nuestro país como pionero en la robótica y en la automatización? Pues si se hubiera seguido la estela de este hombre puede que hoy en día fueramos la “Japón” Europea. Este señor, a parte de hacer importantes innovaciones y mejoras en el funicular (el que aún funciona en las cataratas del Niágara, inaugurado en 1916, es un modelo suyo), realizó interesantes inventos en el campo de la computación y la robótica.

En 1912 presentó el “Autómata-Ajedrecista”, una primera computadora de ajedrez con relés eléctricos, capaz de dar un tipo específico de mate y no dejarse engañar. Un segundo ejemplar fue construido en 1920. Ese mismo año presentaba en París su “Aritmómetro Electromecánico”, verdadera calculadora digital conectada a una máquina de escribir.

Bueno, pues con esto terminamos, esperemos que se innové cada vez mas, y que estas innovaciones no se dirijan solo a hacer ganar más a las empresas sino que se empleen para mejorar la vida de la población en general, con un acceso a ellas de manera universal.

Saludos!

2 comentarios:

ana ca_sa dijo...

Ese tipo de inteligencia, ingenio y capacidades científicas no están de moda (¿lo estuvieron alguna vez?). No producen dinero instantáneo como lo hace por ejemplo la prensa del corazón, el cotilleo, el chabacanismo...
¡Ay que pena! ¿Cambiaremos algún día?

Zo dijo...

Me encanta esa sutil reflexión final, así, dejándolo caer...