El Cultureta: Sobre la sociedad y sus medios de Control

En medio de una crisis que aún sacude al mundo a nivel internacional, poca gente ha llegado a sentir que realmente el sistema económico estuviera a punto de derrumbarse, pocos se han levantado a protestar.

Los partidos y grupos que abogaban por un cambio real no han aumentado su influencia en la sociedad, e incluso han llegado a retroceder.

¿Qué ha pasado?¿Por qué ante un momento de crisis del sistema, los que tratan de cambiarlo, no se ven apoyados?

Después de la última gran crisis de los años 70, en que pasamos a un modelo económico postindustrial (descentralización de los grandes polos industriales, ganancia del peso de los sectores de servicios sobre la industria, etc), los grupos y partidos que luchaban por un cambio no supieron o no consiguieron adaptarse.

Mientras, desde los ámbitos de poder, se explotaron y se pusieron en marcha nuevos mecanismos a medio y largo plazo que les afianzaran y que evitaran futuros levantamientos o “sublevaciones”.

Para concebir una nueva forma de luchar contra el sistema, o tratar de cambiarlo, hay que entender exáctamente como funciona. Desde mi punto de vista la cúpula del sistema se basa en 3 grandes poderes:

Poder político, Poder del Capital, Poder de la Comunicación.

Todos cumplen su función (y lo hacen bien). Intentaré hacer un resumen, del que se escaparán multitud de matices, pero que contiene la suficiente información para ser útil.

El Poder político se basa en un sistema Bipartidista, mientras un gran partido lanza consignas a los conservadores, el otro lo hace a “la antigua izquierda”, pero ambos, siempre, serán liberales en sus planteamientos económicos.

El papel de ambos partidos consistirá en agitar viejos fantasmas (tanto para un lado, como para otro), para conseguir agrupar un voto útil. Ambos grupos se valen para ello de unos medios de comunicación afines, que bombarderán en noticiarios y portadas las opiniones precisas para cada momento.

Para poder llevar a cabo sus campañas masivas necesitaran un gran poder económico detrás, y aquí entra el Capital. Las empresas otorgan generosas donaciones a ambos partidos que les permitirán ser omnipresentes en cada rincón de la geografía.

Su papel fundamental, aparte de la polarización, estará en la educación. Se encargarán de hacer leyes educativas que hagan que los futuros ciudadanos tengan una conciencia dormida, que carezcan de autoestima suficiente o simplemente sean unos conformista. La mentalidad de “haga lo que haga nada cambiara”.

Respecto al Poder de la Comunicación. Su papel principal sera crear necesidades o preocupaciones en la masa social. Es decir, su papel en el control social será vital. No obstante, para poder operar, un medio de Comunicación necesitara los permisos estatales (medios casi siempre adscritos a los dos grandes partidos bipartidistas) y para poder funcionar, dependerán de los ingresos publicitarios (de las empresas que poseen el Capital). Es decir, el poder de la comunicación no se encuentra en manos del pueblo, si no de los poderes políticos y los poderes del capital.

Por último nos encontramos con el poder del Capital, que para seguir creciendo ha de mantener el sistema (para lo que necesita a los partidos que gobiernan y otorgan concursos públicos y legislan) y necesitaran crear necesidades en la sociedad para dar salida a sus productos (los medios de Comunicación).

Formas para conseguir un cambio futuro:

Viendo este pequeño resumen, podemos hacernos a la idea de que la única forma de romper el sistema es romper esta cadena.

Si se concentra todos los medios en un solo eslabón, el resto de poderes irán a su rescate, por lo tanto la labor de los nuevos grupos que traten de hacer cambiar el sistema, deberán ir en el sentido de introducirse en todos los eslabones.

En campo de las comunicaciones ya empiezan a crearse y asentarse proyectos serios, independientes y que dependen únicamente de los lectores (el pueblo directo), como el periódico Diagonal.

En el plano político la cosa es mas complicada, pues existen multitud de partidos y grupos que actúan de forma independiente. Corre urgencia la necesidad de hacer un foro, no necesariamente presencial, de todos los grupos y personas con el interés común de cambiar el sistema del capital por uno mas proporcional. Esto puede hacerse mediante una red social a través de internet que pueda poner en contacto a toda esta fuerza, coordinando acciones y poniendo en contacto a la gente con los grupos organizados. Una especie de “facebook” para el cambio social.

No estoy hablando de algo tipo NODO50, una gran idea que agrupa a distintos grupos y sus paginas webs, pero que tiene menos efectividad, a mi forma de ver, que una red social.

En el plano económico la cosa es mucho mas complicada todavía, la mayoría de grupos procambio no posee a penas “patrimonio”, y los que lo tienen se dedican a sectores poco productivos, siempre con limitaciones extremas en el campo del ecologismo. Se ha de empezar a crear empresas cooperativas no sólo en el campo de la agricultura y las labores sociales, hemos de entrar en el campo industrial y productivo y empezar a ofrecer una amplia gama de productos.

Porque hay otro punto fundamental, si la gran mayoría (clase media), considera que perderá gran parte de su nivel de vida, no conseguiremos derrumbar el sistema. Debemos aliarnos con la tecnología, debemos ser capaces de usarla para mantener la producción, reduciendo costes energéticos (que contaminan) y mejorar los sistemas de distribución para que llegen mejor a todos los rincones del mundo. Debemos ser capaces de ofrecer un buen nivel de vida en la nueva sociedad que se busca.

Por último estos grupos tienen que hacer especial incapié en la juventud, en las personas que a partir de los 14 años empiezan a formar su ideologia (y que la mayoría no cambiaran nunca). Para ello hemos de incidir en los mismos campos en los que lo hace el sistema. La música, el ocio, el deporte (del que se debe de cambiar el concepto competitivo) etc. Es fundamental para el largo plazo, y para que en la siguiente crisis exista una gran masa proclive al cambio.

Para eso no hace falta un partido único, o una unidad completa de los grupos, si no una coordinación entre las distintas tendencias proclives al cambio.

Un saludo.