Saber Mirar
-¿Cómo sabe cuándo nos portamos mal sin vernos?
Don Venancio dejó de escribir en la pizarra y se giró risueño.
-Por estas gafas, son mágicas. Con ellas puedo saber si sois buenos o malos- dijo a la vez que se las
quitaba, las mostraba y las dejaba sobre la mesa.
-Pero hay que saber mirar,- continuó- para ver la realidad y no lo que uno quiere ver. Eso es más importante que las gafas.
Llamaron a la puerta y Don Venancio salió.
Martín aprovechó para levantarse y acercarse furtivamente a la mesa donde seguían las gafas. Se las puso y miró a sus compañeros. Los vió convertidos en diablillos. Asustado, dejó las gafas sobre la mesa y volvió a su sitio. Poco después Don Venancio entró, fue a su sitio y se puso las gafas. Vió una clase de angelitos en la que... ¡había un diablillo!
-Martín, ¿qué has hecho?
AUTOR: ed
1 comentario:
Ya he visto que esto empezó a funcionar el 3 de septiembre de nuevo y he dejado comentarios por ahí.
Este relato me encantó.
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