martes, junio 16, 2009

Relatos Hiperbreves: Gafas

Os Recuerdo como va la cosa

El ganador de cada semana elegirá una palabra o una imagen (o las dos juntas) para dentro de dos semanas (de esta forma da tiempo para que la busque y me la proponga).

El ganador de la semana pasada fue ELENA RUIZ (que me tiene que mandar la imagen o la palabra)

Por lo demas:

Los relatos hiprebreves no han de superar las 150 palabras (pudiendo ser desde 1 a 150).

En esta ocasión tendrá que ver con la siguiente Imagen - Palabra



TORMENTA

Los relatos tendrán que ser enviados, junto con su título a la dirección victorcana (arroba) hotmail.com.

En el asunto debéis poner "Relato".Os recuerdo que durante la semana que duren las votaciones los autores permanecerán en el anonimato.

Encontraréis la votacion en el lateral.

Esta semana tenemos 6 candidatos

Gafas (I)

Sus ropas pesaban tres veces su peso por el agua acumulada. Su pelo,totalmente pegado a la cabeza, parecía un manantial soltando agua. Las gafas llevaban un cristal totalmente roto, casi opaco. Se habían caído con la bofetada. Las lágrimas de los ojos se mezclaban con las gotas de lluvia. La cabeza gacha y el rostro inexpresivo. Inmóvil bajo la lluvia no sentía el frío intenso acentuado por la rachas de aire. Sólo sentía un dolor intenso en el pecho, a la altura del corazón. Todo daba igual, se

había ido y tenía la certeza de que no volvería.

Se quito las gafas, se limpió los ojos con la mano. Se las puso de nuevo, dio media vuelta y se alejó. A partir de ahora nada sería igual.


Gafas (II)

Se ajustó las gafas. Le venían un poco grandes y se le deslizaban por la nariz. Echó otra ojeada a su alrededor y pensó en lo deprimente que era su vida desde que Ana lo dejó. Bueno, en realidad siempre había tenido mala suerte. Lo de Ana era una anécdota más. Como cuando le despidieron de ese trabajo en aquel almacén, aunque fue más bien un alivio porque el sitio era deprimente y el jefe parecía odiarlo.

Cuando se levantaba por las mañanas se maldecía por la mala suerte que tenía. En ese momento entró su hermano ¡Como lo envidiaba! La vida le sonreía: tenía un trabajo en un almacén justo en el centro de las ciudad, su preciosa esposa Hanna... Parecía que durante el reparto de suerte se la había quedado toda él.

- Oye... me gustan tus gafas... me las dejas probar? Es que las mías se me resbalan y estoy pensando en comprarme otras.

Se quitó las suyas y se puso las de su hermano. Qué raro... ¡tenía la sensación de que la habitación era más pequeña y oscura de lo que en realidad era!... Definitivamente, tenía que cambiar de gafas... Con estas no veía bien.


Saber Mirar

-¿Cómo sabe cuándo nos portamos mal sin vernos?

Don Venancio dejó de escribir en la pizarra y se giró risueño.

-Por estas gafas, son mágicas. Con ellas puedo saber si sois buenos o malos- dijo a la vez que se las

quitaba, las mostraba y las dejaba sobre la mesa.

-Pero hay que saber mirar,- continuó- para ver la realidad y no lo que uno quiere ver. Eso es más importante que las gafas.

Llamaron a la puerta y Don Venancio salió.

Martín aprovechó para levantarse y acercarse furtivamente a la mesa donde seguían las gafas. Se las puso y miró a sus compañeros. Los vió convertidos en diablillos. Asustado, dejó las gafas sobre la mesa y volvió a su sitio. Poco después Don Venancio entró, fue a su sitio y se puso las gafas. Vió una clase de angelitos en la que... ¡había un diablillo!

-Martín, ¿qué has hecho?


Gafe, gafe…

-NO, Jesús, no quiero tomar nada. En tu compañía corro el peligro de atragantarme… Lo gafas todo. Así es que no sonó el despertador y llegaste tarde, otra vez, al trabajo. Te despidieron y al ir al coche, mal aparcado por las prisas, se lo había llevado la grúa. Te disponías a parar un taxi cuando un carterista te robó la mariconera y de nada sirvió correr tras él como un loco. Tuviste que ir a la comisaría más cercana para denunciar el robo. Claaaaro, con toda esta película llegaste al tren hecho unos zorros y una hora tarde a recibir a mis padres. Te invitaron a tomar algo para tranquilizarte y tu, al ofrecerle a mi madre su Fanta, con los nervios, la derramaste sobre su escote…

-…Yo ...

-Ni una palabra. Hasta NUNCA. Adios.

-Ufff, por fín me deshice de ella ¡Vaya si era gafe la tia!

Paciencia

Se secó el sudor de las gafas. Ya sólo le quedaban los últimos detalles para terminar aquella maravilla que cambiaría el mundo. Trabajaba en ello todas las tardes desde hace ya casi dos años. En el fondo sabía que cuando terminara se iba a quedar como vacío, sin saber en qué ocupar su tiempo. Pero todo llega a su meta. Y además, aquel tesoro sería “su creacción”.

Volvió a colocarse las gafas que le resbalaban nariz abajo. Esto casi está... ¡ZAS! Un estruendo retumbó en todo el garage. Un gato salió corriendo por debajo de la puerta entreabierta hacia la calle. Se quedó muy quieto, sin entender cómo se había cargado todo en uno de los últimos movimientos.

Se encongió de hombros y decidió subir a beber agua antes de comenzar de nuevo. Después de todo, ahora tendría la oportunidad de hacerlo incluso mejor. Y no tendría que pensar qué hacer el resto de las tardes.


El Filtro de la Vida.

  • ¿Y con estas?

  • No, no me convencen.

  • A ver ¿De que color ves esto?- Dijo el medico cogiendo una manzana.

  • Gris, muy gris.

  • Bueno, vamos mejorando, al menos ya no es negra.

El doctor siguió buscando en una caja llena de cacharros viejos y gafas rotas, estaba llegando al fondo pero no hallaba ni una pizca de optimismo. Miró a su paciente pensativo y se llevó la mano a la barbilla.

  • ¡Ya lo tengo!

Volvió a revolver toda la caja con impaciencia hasta que encontró lo que quería. Sacó unos cristales finos y frágiles, como una débil capa, y se las añadió a las lentes del paciente.

  • ¿Y ahora?

El hombre parecía extrañado, cogió la manzana y la observó con detenimiento.

  • Verde.- dijo convencido.

El doctor se secó el sudor - “La actitud” - se dijo - “Nunca falla”.


Autores: Víctor M.R Cañamero, ed, Maria, José Manuel, Elena Ruiz, Ana Mª Cañamero

7 comentarios:

ana ca_sa dijo...

¿Cuando hay tantas historias no podría volverse al otro método de votación?. A mi hay tres que me gustan mucho, mucho...

Victor dijo...

si se recupera el ritmo de las votaciones y la participación, se puede volver al anterior metodo (que siempre he defendido), pero la experiencia anterior me dice que a la larga la gente dejaba de votar. Habrá que ver como se desarrolla esta semana.

ed dijo...

que guapo: 6!! mola

bueno, para los que quisieran votar mas de una historia: una cosa que he visto es que si te conectas desde distintos sitios, y desde esos sitios no se ha votado, pues se puede votar (eh, yo no lo he hecho, cuando he votado ha sido solo una vez). no se si sera que guarda la cookie en el ordenador o que. asi que probad a conectaros desde distintos ordenadores y asi igual podeis votar a mas de una, si se considera legal, claro (seguro qeu votar a la misma mas de uan vez no lo es :P)

saludos

Elruca dijo...

Jo, creo que voy a aplicar lo que dice Ed porque me gusta más de uno... ¿Se puede, Víctor? Al menos dos... pooorfiii...

Me gusta que haya muchos, y buenos!. Gracias a todos por el buen rato que supone leerlos.

Victor dijo...

bueno, siempre que no se vote al mismo varias veces o cojais y voteis por todos los relatos (xD) supongo que no pasa nada si hay dos que os gustan por igual, coger y votadlos (y que la mano derecha no sepa lo que hace la izquierda jajaja)

Ale, yo me vuelvo a hacer el longis y aqui no ha pasado nada

Anónimo dijo...

Jajajajaja.... "yo me hago el longuis" Ainss... Esta semana ha sido la semana de la inspiración de todos :P

ana ca_sa dijo...

He vuelto a leer los relatos y 'Gafas' (II) me ha encantado. No estaba entre mis tres superfavoritas del primer día pero hoy... Imagino que el momento de leerlas influye.
Que bien y escuetamente ésta historia define al envidioso (Caín y Abel, el mal y el bien, la tortura y la felicidad...)
Y el final es genial. 'Tengo que cambiar de gafas'. Puede estar diciendo que el problema está en un artilugio, gafas, ajeno a él y por lo tanto más de lo mismo. O bien que la solución está en cambiar de actitud, en cambiar él mismo para ver la vida de otra manera.
Felicidades a su autor/a.