martes, febrero 24, 2009

Relatos Hiperbreves: Cristal

Bueno, antes de nada recordar como funciona el tema: La Palabra de la próxima semana será "limón" (ya que ayer se me olvido preguntar cuál os gustaría) Desde ya se pueden seguir proponiendo palabras para próximos retos.

Los relatos breves que contengan la palabra limon no deben de sobrepasar las 150 palabras, serán enviados, junto con su título a victorcana (arroba) hotmail.com.

Los relatos pertenecen a sus autores, y pese a que durante la semana de votaciones permanecen colgados de forma anónima, posteriormente se públicará el nombre de los escritores. El plazo para entregar el siguiente relato es el próximo martes (creo que 3 de marzo).

Estos son los relatos de esta semana: La palabra, Cristal


Esa Chica

La conocí a través de internet, una tarde aburrida de domingo. Se podría hablar de amor a primera vista: cuando vi su foto, su sonrisa, sentí algo agradable, algo que me animó mucho. Pronto quise saber más de ella, conocerla mejor, así que busqué su nombre en el Google. Tengo que reconocer que sentí mucha alegría al darme cuenta de que no era el único que deseaba conocerla mejor, que había mucha gente que la dedicaba todo tipo de alabanzas en diferentes foros. Eso facilitaba las cosas: un par de clicks más y ya tenía el último vídeo de Cristal en mi disco duro. Cuando lo abrí, pensé "Que afortunado es ese chico negro de nombre Mandingo...".


Por su culpa, soltera

Los mentirosos no se van al cielo, pensó balanceando suavemente el bulto que llevaba entre sus manos. Hacía frío, sus brazos desnudos tenían la piel de gallina a pesar del sol veraniego. Las calles desiertas resultaban agradables, suavizando la amargura de su cometido.

En el momento que llegó al miserable conventillo, su estómago se enrosco en sí mismo, mas no apretó el abdomen con las manos. Tocó tres veces la puerta y cayó, levantando una nube de polvo. Entonces entró al pasillo oscuro, guiándose solamente por la luz que emanaba del patio principal.

Cuando estuvo allí, no le fue difícil encontrar la casucha en donde vivió ese desgraciado. Sin pensar, arrojó el bulto que traía con tal puntería que quebró el cristal de la ventana del cuarto de arriba. Tenía tanta rabia que, cuando escuchó el chillido del bebé que lanzó al chocar con el ventanal, sólo atinó a escapar.

El Roque

El gitano agarró la botella y la estrelló contra la pared, valiéndose del cuello del cristal roto como arma de doble filo. El Roque, algo mareado, hizo lo propio con su botella, aunque con menos fuerza y algo más encogido. Por aquel entonces un grupo de curiosos ya se habían arremolinado en torno a la pareja, preguntándose qué coño pasaba. En sus bocas entreabiertas se leía que algo estaba a punto de suceder.

Al primer rugido del gitano, el Roque respondió con un flojo mugido, cosa que enervó aún más a su enemigo. Al cuarto, podrían haberse molido un kilo de uvas bajo los pies nerviosos del gitano, Cristo. Alguien del corrillo gritó algo sobre el infierno, y la gente empezó a santiguarse compulsivamente. Y entonces, el gitano se abalanzó finalmente sobre el Roque, aullando como un mono herido. La multitud, asustada, estalló de terror y se disgregó chillando.

Y es así como el Roque y el gitano consiguieron ahuyentar 516 personas de la cola del paro. Hubieran tenido para dos horas más por lo menos, si señor.


Huellas en el cemento

Salí de casa apresurado, llegaba tarde al colegio otra vez… Mi barrio estaba en obras, había vallas que impedían el paso por todas partes. No tenía tiempo de dar un rodeo para llegar al colegio, así que decidí ignorar a las vallas e ir por la vía directa. Sin querer pisé cemento aún tierno, dejando en éste la gran huella de mi bamba. Asustado salí corriendo temiendo que algún obrero me hubiera visto.

Todo el camino hacia el colegio lo hice apresurado, sintiendo una presencia tras de mí, seguro que me estaba siguiendo un obrero cabreado… Pasé por al lado de un escaparate y miré el reflejo del cristal, efectivamente alguien me seguía… y yo aceleré el paso aún más. No conseguía perderle, así que finalmente decidí afrontarme a él y confesar mi fechoría.

- Pedritoooo! Por fin te pillo… Te habías dejado el bocadillo! – me dijo mi madre sofocada


Cristal

El fango cubre mi cuerpo. Me he ido hundiendo poco a poco en un irrefrenable descenso hasta el abismo de la razón.

Una ligera música de acompañamiento adormece mis sentidos mientras la tierra palmo a palmo me sumerje en su eternidad. Dicen que nosotros, los peces, no tenemos apenas memoria... Quizá el recuerdo de la muerte borre el horror de esos ojos deformados bajo la pecera de cristal.


Vidrio o cristal


Las piernas, vestidas con medias de cristal, recorren el aula de un lado al otro.

-Krystallos llamaban los helenos al hielo y a los minerales transparentes que creían formados por un frío intenso...

(En un adiós definitivo, miraste fugazmente mi fría ventana. Helado, hecho añicos, observé como el vehículo te alejaba con tu nuevo amor).

-Los romanos consiguieron fabricar láminas de vidrio sintético que sustituirían al cristal de Hispania, a esas lajas de yeso transparente que también asociaban al agua superenfriada...

(La mujer con brillantes abalorios, leyó en su bola mágica que Nieves se iría para siempre).

-Desde entonces llamamos cristal al vidrio, pero uno tiene sus átomos perfectamente ordenados y el otro es amorfo. ¡Qué distinto el ordenado diamante, del desordenado vidrio tallado de bisutería!

(De las aguas gélidas sacaron el coche con los dos cuerpos).

-¿Qué le ocurre Franciso?

Mudo, enjugo las lágrimas, auténticas, que inundan mis ojos.

Una mirada perdida

Había llegado al final de su viaje, un momento triste y nostálgico no por el hecho de irse, si no por todo lo que dejaba atrás.

La mirada se le perdía a través del cristal, despidiéndose de los árboles sin hojas, de las nubes de algodón blanco, de los pájaros negros que danzaban en el aire. También lo hacía de los viejos edificios grises, de los intermitentes semáforos, de las torres de electricidad y de todo aquello que se le mostraba mientras permanecía tumbado, a través de las pequeñas ventanas de las puertas traseras de la ambulancia.


Autores:

Ana Maria Cañamero Sánchez, Zosimo Yubero, Luis Alberto Peña, Víctor Manuel Ruiz Cañamero, Alberto Peñalver, Alais, Nicole Montero B. (NiaN: http//dondeelponchoperdioaldiablo.blogspot.com)


VOTAD MALDITOS

6 comentarios:

ana ca_sa dijo...

Pues no me decido. ¿Si se pudiera votar a varios...?

Fins a l'infinit dijo...

me gusta mucho ver como cada uno usa la misma palabra en contextos super diferentes ^^

desde luego esto de los relatos fue una muy buena idea

yo ya tengo mi favorito de esta semana!

dapita dijo...

MU CHULOS, ME GUSTAN LAS HISTORIAS DND PARECEN UNA COSA Y LUEGO RESULTAN OTRAS... BRAVO POR LA PRIMERA

Zo dijo...

Enhorabuena, sois todos grandes...
Además parece que aumenta la participación, y sobre todo la calidad!!

Victor dijo...

yo me lo pasé "pipa" leyendolos, la verdad es que molan un montón

Anónimo dijo...

hacía tiempo que no me pasaba por aquí. Me han encantado los relatos! Qué envidia, ojalá tuviera la mitad de imaginación vuestra para escribir... Ya intentaré algo!.
_María_