martes, marzo 10, 2009

Relatos Hiperbreves: Mojito

Buenas gente. Como siempre, primero explico las reglas para la semana que viene:

Los relatos hiprebreves no han de superar las 150 palabras (pudiendo ser desde 1 a 150). En esta ocasión tendrán que contener la Palabra CODO (Nadie a propuesto ninguna palabra, así que recurrimos al "archivo").

Los relatos tendrán que ser enviados, junto con su título a la dirección victorcana (arroba) hotmail.com. En el asunto debéis poner "Relato".

Os recuerdo que durante la semana que duren las votaciones los autores permanecerán en el anonimato.

Sin más, aqui tenéis los relatos de esta semana. Palabra: Mojito:

El Hombre Mojito


Pepa y su hijo Pedrito acababan de entrar en la tienda, uno de aquellos ultramarinos que tan pronto te vendían el pan como un tuerca del quince. Hacían cola para comprar unas pinzas de depilar que le habían desaparecido hacia tiempo a Pepa. Pedrito comenzó a señalar a un hombre bajito que había delante de él, junto al escaparate.

- ¡Mama, Mama! El hombre Mojito

-No Pedrito, es un hombre bajito, pero es de mala educación señalar y no ser discreto.

-Pero Mama ¡Es el Hombre Mojito!

El hombre que estaba delante de ellos se giró a mirarlos de soslayo y Pepa, avergonzada, decidió dejar las pinzas y salir arrastrando al sollozante Pedrito, que esta vez señaló al escaparate directamente, a un muñeco que resultaba ser el nuevo héroe de una serie de dibujos.

-¡Mama, Mama! ¡El hombre Mojito!

Mágico mojito.


Música de carnaval. Toreros, payasos, bomberos, curas...
Sentadas en torno a la mesa del ruidoso pub, los vasos de cóctel recién apurados, las brujitas, concentradas, con las manos entrelazadas, parecen ausentes. Raquel, por fin, lo consigue: Sí, ocurrió en… Cuba. A pesar de su sotana negra, fue amor a primera vista, (aunque eso era, en teoría, imposible para ella). Él practicaba exorcismos y perseguía al maligno. ¿La atrapó o ella se dejó atrapar?. No mucho después las llamas de una hoguera consumían su joven cuerpo, que no su espíritu, ante la mirada impasible de aquel hombre.

-¡Aquí tenéis, guapas, otra ronda de mojito! Buen preparado mágico... No estareis haciendo un hechizo ¿eh?

Saliendo del trance, Raquel, sobresaltada, se fija en el camarero. Traje oscuro, cuello blanco, esa sonrisa que enamora, esos ojos negros, tan profundos... No ¡¡No es posible!!

Si yo tuviera un Delorian…

Dentro cámara!

Se ven tres amigos sentados en un chiringuito de playa, en chanclas, cada uno con su

mojito, relajados y disfrutando de la charla despreocupados.

- Imaginaos como debería ser tener un Delorian… - dice uno de ellos, el de más a la

derecha

- Buah! Si yo tuviera un Delorian me iría al futuro… así vería con quien me caso, que

casa tengo, que coche conduzco, con que tele veo el fútbol los findes… ¡con que

consola juego! - dice entusiasmado el amigo de la izquierda ya imaginándoselo

- Pues yo me iría al pasado… - dice el del centro. Los dos amigos parecen

sorprenderse y le miran extrañados - Claro tíos… y me llevo mi Axe - primer plano

de producto que el chico se saca del bolsillo - en esa época aún no existía… todas

las mujeres serían para mi - dice orgulloso de su idea

Sus amigos ríen en plan “que buena idea, cabrón”.

- Buena! Corten!

Por una Apuesta

Una gota de sudor caía por mi frente, resbalando hasta morir bañando mis cejas, que se hallaban juntas, siendo esto muestra de la tremenda presión a la que me encontraba sometido. Mis manos temblaban como no recordaba jamás que lo hubiesen hecho, mis dientes castañeaban con frenesí, mis pupilas, dilatadas, se concentraban en los vasos.

“Es tu turno, coge un vaso - dijo el Chino.

“No se si estoy preparado” - respondí.

“Si quieres ganar el premio, tienes que cogerlo” - dijo Caracortada.

¿Porqué demonios me habría metido en esta estúpida apuesta? Por dinero, claro. Más del que gano al mes: el doble del que me dan mis viejos.

Al final, estiré el brazo y agarré uno de los vasos, en apariencia el más inocuo.

“Bebe, bebe...” - gritó la gente a mi alrededor-.

“¡Si señor, tol mojito de un trago! Traed para acá las doscientas pesetas! Buf, cuando lo cuente en el tuto...”

Autores : ALAIS, Ana María Cañamero Sánchez, Luis Alberto Peña y Víctor M.R. Cañamero


3 comentarios:

dapita dijo...

MUY BIEN, MI ENORABUENA PARA TODOS Q LA PALABRA ERA CHUNGA, LA PRIMERA MU INGENIOSA PERO UN POCO RARA EN LA REDACCION EN MI OPINION.

Fins a l'infinit dijo...

si que ha sido más chungo esta vez...

Victor dijo...

pero no hay nada imposible, si no que se lo digan al novio de la duquesa de alba